Mi recomendación

La voz a ti debida
- Pedro Salinas

miércoles, 28 de enero de 2009

No es sencillo

No es sencillo, no,
el violento deseo de vivir,
y menos cuando, inoportuna,
la muerte olfatea tu sangre
y debes salir corriendo,
con la cabeza gacha,
para que las balas no te la arranquen
de raíz.
No es sencillo, no,
pero es violento
el deseo de vivir,
y menos cuando, de las sombras,
emerge una mano
empuñando cualquier acero
y pidiendo la bolsa, que uno les da
por no darles la carne desnuda.
No es sencillo
escuchar cuanto puede valer nuestro cuerpo
en el mercado del secuestro.
No es sencillo
irse con el miedo de no volver.
No es sencillo
dormirse con las sirenas
aullando su desespero.
No es sencillo
volver con miedo
de tener que irse otra vez.
En resumen: no es sencillo, no,
pero es violento
el deseo de vivir.

(Pablo Hernández M.)

sábado, 17 de enero de 2009

Una noche de lluvia es un rostro conmovido


La lluvia de noche
es un murmullo constante
colgando de las ramas,
avanzando entre las filas de árboles
y avenidas flanqueadas de sombras
y puertas cerradas.

La lluvia de noche invita,
a unos al placer
y a otros al crimen;
ambos permitiéndose hacer
lo que no se atreverían
en una noche de estrellas.

La lluvia de noche
es otro tipo de silencio,
un tipo diferente de miedo
de los cuales emergen
distintas formas de callar.

Una noche de lluvia
es un rostro conmovido
que revela e inspira
a un tiempo.

Una noche de lluvia
es el mejor preámbulo para un día
de sol que haga resplandecer
las gotas que quedaron colgando de las hojas
o enredadas en el pasto.

Una noche de lluvia
es la mejor y la peor de las noches
solo dependiendo de ello
si se está adentro o afuera.

(Pablo Hernández M.)

sábado, 10 de enero de 2009

Cajas de dulces vacías


A veces los sueños se rompen como abanicos de cristal entre las manos demasiado fuertes y brutas del destino. Nosotros, que nunca hemos aprendido bien el desapego, juntamos los pedazos y, en una caja de dulces vacía, los guardamos en alguna repisa olvidada de la casa junto a libros que nadie lee y telarañas magníficas. (Habiendo escondido las pruebas del desastre, estos fragmentos que, algún día, pretendemos armar como a un rompecabezas y volver a acariciarlos como lo que eran) pasamos algunas noches en vela y nuestro rostro adquiere una expresión de terrible tristeza que, a medida que l tiempo va haciendo su efecto, se va borrando poco a poco y nos deja una mueca de inexplicable melancolía. Es así como nuestros rostros adquieren máscaras, como algunas palabras o cosas hacen que nuestra cara refleje emociones que bullen interiormente y que parecieran no tener explicación lógica. Pero todo tiene explicación: es solo que, a veces, olvidamos nuestros sueños rotos, en cajas de dulces vacías, esperando junto a los cadáveres de moscas y mariposas que alguna araña conserva como trofeos de su victoria sobre la muerte.

(Pablo Hernández M.)

viernes, 2 de enero de 2009

A principios de año


A principios de año
establezco las pautas
que en mi futuro deberé seguir
para no repetir
el pasado.
Trato de que sea mientras
tengo la cabeza fría
y el corazón caliente,
de tal manera,
me permitan envejecer
con un espíritu de originalidad
poco común
y respetando
los acontecimientos
que me han hecho ser quien soy
en esta vida.
A principios de año
manifiesto con repentina felicidad
que, no obstante
la irritación con que a veces enfrento los días
y sin importar
lo incisivos o mordaces
que pudieran llegar a ser mis aires,
en lo más intimo de mi desencanto
prevalece la muy buena voluntad
de vivir constantemente
como si fuera el último día.
A principios de año
me confieso "hombre de Dios"
con toda la soledad
y esperanza
que corresponde a tal desengaño.
A principio de año,
en ninguna otra época más que en esta,
estoy más cercano
a ser lo que soy,
hasta que pasen los días,
se disipe el espejismo
y comience a echarme encima
los disfraces y las mantas
bajo el peso de las cuales recordaré
esa época (a principio de año)
cuando tuve el extraño privilegio
de andar desnudo.

(Pablo Hernández M.)