Mi recomendación

La voz a ti debida
- Pedro Salinas

jueves, 19 de febrero de 2009

Un dolor impreciso

Un dolor impreciso
se mueve dentro de mi pecho
como mariposa
yendo a todas partes
sin ir a ninguna:
de las sienes al sexo,
de la boca del estómago a las rodillas,
de los ojos a los dedos,
y de mis dedos se desborda
por las falanges, por las yemas
y ellos se mueven hacia el papel,
hacia la pluma,
hacia las palabras
que anuncian/denuncian
lo que me habita
pero que con mi lengua,
mis dientes
y todo el aparato de mi voz
no me atrevo a decir
pues me da pudor esa vulgaridad
o, la mayoría de las veces,
porque ni yo mismo se
su origen ni destino.
Mientras, antes y después
yo soy dueño de mi dolor
y el me posee.
Y aunque trato de refrenarlo
se cuela siempre entre las líneas que escribo
y las mancha de melancolía
y de frío. Les da cierta personalidad
de persona.
Es un dolor impreciso,
impreciso y compacto,
como espina que se incrusta
en la carne cada vez más
y que para sacarla
sería necesario cortar.
(Pablo Hernández M.)

1 comentario:

Issa dijo...

Que bueno que existe la tinta.. o en este caso la compu para desahogar el alma y expulsar todo lo que sentimos! me encanto! Saludos!