Más vale que aprendas a vivir
sobre la línea divisoria
que va del hastió a la pasión.
Que no tengas que elegir
entre el cielo y el infierno,
entre el frió y el sudor.
Sé trata solo de dormir sin discutir
donde esta el bien y donde esta mal,
tu en tu sitio, intentando comprender
porque el viento arrasa
desnudando lo que es abrigo.
Más vale que no tengas que elegir
entre el olvido y el recuerdo,
será mejor que aprendas a vivir
sobre las olas.
Aunque nunca puedas ver
como el cielo envejece.
No dejes que te impidan galopar
el insomnio por contagio,
la guerra por costumbre,
el amor por compulsión,
las ganas de vivir en vano.
Mas vale que no olvides olvidar
las cosas que ya no te sirven
y que amenazan con aplastarte
como oscuridad.
Hay que volver a nacer
para olvidar la muerte.
Espero que te quede clara la idea
de no volver por aquí
sin una esperanza que te ampare.
Sin lo insondable de un sueño
ni lo efímero de un beso.
Mas vale que sepas lo importante
de no querer ser mas ni menos
que las estrellas y que el silencio.
Existe aun quien se contenta
con ser apenas si mismo.
Se trata solo de volver a despertar,
sonriendo entre tus brazos y discutir
donde esta el bien, donde esta el mal.
(Raquel Latú / Pablo Hernández M.)