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XXIV
Sin querer descubrir,
descubres cosas de ti mismo
que preferirías mantener escondidas y en el olvido.
Sin querer despertar,
despiertas demonios aletargados
en la oscuridad de tu corazón.
Sin querer olvidar,
olvidas.
Así las horas en el reloj se duermen en su inconciencia,
los presagios se derrumban ante tu clamor,
las plegarias te condenan a la fragilidad
y los ardores consumen tu interior.
Sin querer soñar,
sueñas. Destinatario obligado eres
de la correspondencia que el destino guarda atento para ti.
Sin querer arriesgar,
arriesgas. Te pierdes en lo predecible,
bebiendo tus ansias de amar.
Sin querer lo que quieres
eres lo que no quieres.
(Raquel Latú / Pablo Hernández)
6 comentarios:
viejo.. pero siempre con emociones nuevas y diferentes al volver a soñar... a que si.
;)
esta bien lindooo!
besos
Sin querer, quieres.... saludos!
Sinquerer queremos y mas aun el cariño evolucioa en amor, ¿sin querer?
Qué hermoso. -Entiendo que fue escrito a cuatro manos (bueee, a dos)
pero es tan fresco, tan actual, tan humano. Parece unisex, parece de esas pieza de talla única que se ajustan a todos los cuerpos.
suele ocurrir lo que uno no desea lo obtiene, cosas dela ley de Murphy??? o de la vida misma,así somos y así no nos ven
un abrazo
simplemente lindooo
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