-Umberto Eco-
-----
Levantas los ojos sorprendida,
como si no esperaras ver mi silueta
alguna vez, hoy.
Tu pelo tiembla,
tus manos no saben si correr hacia mi
o esconderse en los bolsillos de tu saco.
Tu ropa se estremece,
innecesaria, a mi manera de ver,
sobre tu cuerpo.
El mundo transcurre afuera de los dos
sin detenerse,
sin prestarnos atención.
Enderezas la espalda
y me interrogas en silencio:
es que entre tu manía de perderte
y mi vocación de buscar
no podía nacer nada más
que un encuentro inesperado:
este encuentro.
(Pablo Hernández M.)
4 comentarios:
Me inquieta el tipo de encuentro que poetizás aquí. Siempre es placentero algo inesperado. Enhorabuena por Igne Fatui, amigo.
Un saludo!
Ja!! me identifique con la chava..... he tenido encuentros de encuentros y los mejores sin lugar a dudas son los inesperados....como aquél encuentro en la estación de París, ese Árabe que me robó los minutos entre el metro que dejé pasar y el siguiente que tomé.
Muy, muy, muy buen post amigo.
Cerré mi cobachita por un tiempin, pero te sigo visitando siempre.
Abrazos.
Me encantó tu blog. Y pasé por casualidad, inesperado.
Encuentros como este son los que hacen que valga la pena el día... Que bueno poder volver a leerte
Un beso
Publicar un comentario