Forgetfulness - poesía animada por Billy Collins

FORGETFULNESS -

The name of the author is the first to go followed obediently by the title, the plot, the heartbreaking conclusion, the entire novel which suddenly becomes one you have never read, never even heard of, as if, one by one, the memories you used to harbor decided to retire to the southern hemisphere of the brain, to a little fishing village where there are no phones. Long ago you kissed the names of the nine Muses goodbye and watched the quadratic equation pack its bag, and even now as you memorize the order of the planets, something else is slipping away, a state flower perhaps, the address of an uncle, the capital of Paraguay. Whatever it is you are struggling to remember, it is not poised on the tip of your tongue, not even lurking in some obscure corner of your spleen. It has floated away down a dark mythological river whose name begins with an L as far as you can recall, well on your own way to oblivion where you will join those who have even forgotten how to swim and how to ride a bicycle. No wonder you rise in the middle of the night to look up the date of a famous battle in a book on war. No wonder the moon in the window seems to have drifted out of a love poem that you used to know by heart. -

TRADUCCION (aproximada):

- EL OLVIDO -

El nombre del autor es el primero en irse seguido obedientemente por el titulo, la trama, la conclusión desgarradora, la novela entera que de pronto se convierte en una que nunca has leido, ni siquiera has escuchado sobre ella, como si, una por una, las memorias que solías abrigar decidieron retirsrse al hemisferio sur del cerebro, a una pequeña aldea de pescadores en donde no hay telefonos. Hace mucho les dijiste adios con un beso a los nombres de las nueve musas y viste a la ecuación cuadrática empacar su maleta, y aun ahora que memorizas el orden de los planetas, algo mas se te esta escapando, una flor estatal, la direccion de un tío, la capital de Paraguay. Independientemente de que es lo que estas luchando por recordar, no está posado en la punta de tu lengua, ni siquiera ecechando en alguna oscura esquina de tu bazo. Va flotado a la deriva por un oscuro rio mitológico cuyo nombre empieza con L, por lo que puedes recordar, en su camino hacia el olvido donde te unirás a los que han olvidado como nadar y como montar una bicicleta. No es extraño que te levantes en medio de la noche para buscar en un libro de guerras la fecha de una batalla famosa. No es de extrañar que la luna en la ventana parezca salida de un poema de amor que solías conocer de memoria.