imagen de Hernán Pesis
La imagen artificial que de ti convierte mi razón en humana,
el oficio con que mis manos construyen un altar sobre paraisos imaginarios,
consagro mi memoria a tus facciones resplandecientes que se apagan,
mi cuerpo no se despide de ti.
Regreso de mi casa,
camino esperando encontrarte
pero solo está la indecencia de una noche imaginando tu cuerpo desnudo:
la voz de la oscuridad es la tuya
que me despierta preguntandome si duermo.
(Pablo Hernández M.)